jueves, 30 de julio de 2015

Malena Lede - El descubrimiento del fuego




El fuego existió desde mucho tiempo antes de la aparición del hombre, quien aprendió a dominarlo y a utilizarlo para su propio beneficio.

Al principio, los primeros homínidos tenían que depender de las fuerzas naturales para aprovecharlo hasta que miles de años después aprendieron a encenderlo.

El dominio del fuego representó uno de los primeros adelantos tecnológicos que ayudaron a mejorar las condiciones de vida de los hombres primitivos, ya que le proporcionaba calor en invierno y luz en las noches, alejaba a los animales peligrosos, podían cocinar y calentar sus alimentos y posteriormente fabricar objetos de arcilla y mucho tiempo después de metales.

Los primeros signos de las más antiguas huellas de fuego se hallaron en China, cerca de Pekin, que datan de hace más de quinientos mil años. En esa época vivía el homo erectus, parecido al homo sapiens pero con un cerebro más pequeño.

Sin embargo, nuevos descubrimientos realizados por arqueólogos en algunas cuevas de África del Sur, cerca de Pretoria, confirman la existencia de rastros de fogatas más antiguas aún.

Estos habitantes primitivos, más antiguos que el homo erectus, quemaban restos de huesos para aprovechar el tuétano y la grasa para iluminar las cavernas y para utilizar como antorchas, desde hace más de un millón quinientos mil años.

Incluso es posible que un homínido más primitivo aún, denominado Australopithecus robustus haya conseguido dominar el fuego y utilizarlo en las cavernas en épocas aún más antiguas.

El fuego fue y sigue siendo la principal fuente para producir energía en nuestro planeta. Seguirán apareciendo nuevas fuentes de energía pero la demanda de algo tan elemental como quemar combustible probablemente siempre existirá.

Las primeras fuentes de combustibles fueron naturales, como la madera, la grasa y el aceite de las plantas que durante mucho tiempo se reciclaban naturalmente, pero con el avance de la tecnología y el aumento de la población se quemaba más de lo que crecía, de manera que fue necesario utilizar otros combustibles como el carbón, el petróleo, el gas natural y actualmente la energía atómica.

El carbón es el residuo que quedó de los árboles que existieron hace cientos de millones de años, mientras el petróleo y el gas natural son los restos de microorganismos que también vivieron en esa época.

En la actualidad, las reservas de carbón, petróleo y gas se están agotando y por otra parte están contaminando el ambiente, lo que puede hacer variar el clima de la Tierra, provocar enfermedades a los humanos y afectar la vegetación.

Por estas razones, los científicos están buscando nuevas fuentes de energía que no produzcan contaminación.

El hidrógeno podría ser una solución ya que existe mucho hidrógeno en la naturaleza y cuando se quema sólo produce agua, pero es muy inflamable y no existe en estado puro, hay que producirlo químicamente y para ello hay que utilizar energía.

Se está buscando la manera de producir hidrógeno sin consumir energía, como lo hacen las plantas mediante la fotosíntesis utilizando como energía la luz del Sol.

Si esto fuera posible tendríamos hidrógeno a partir del agua y la luz del Sol, se podría quemar el hidrógeno y producir agua para siempre, porque duraría tanto como el Sol.

Malena
Fuente: “Fronteras y otros ensayos”; Isaac Asimov.

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